Una ventana al cerebro social: cómo los rituales colectivos dan forma a las conexiones neurales

Una ventana al cerebro social: cómo los rituales colectivos dan forma a las conexiones neurales

5 Min.
Ligera
Por Almudena Robledo
29 de junio, 2025

El cerebro social en acción: rituales colectivos y sincronía entre mentes 

Solemos pensar en las prácticas contemplativas como experiencias solitarias: meditar a solas, practicar mindfulness o reflexionar en silencio. Sin embargo, en todo el mundo, muchas de estas prácticas se comparten. Ya sea en círculos de oración, conciertos masivos y eventos deportivos, los rituales colectivos pueden tener efectos profundos en el cerebro y el cuerpo (Paez, 2015; Hagerty, 2013). Los investigadores apenas están comenzando a comprender los mecanismos detrás de estos efectos y lo que pueden revelarnos sobre la conexión humana, la neuroplasticidad y el bienestar (Davidson, 2012; Bhugra, 2024). 

En respuesta a los desafíos globales provocados por la pandemia de COVID-19, Bitbrain se asoció con Tobii y Psychology Software Tools en 2020 para lanzar una beca especial de investigación. Valorada en 170.000 € en tecnología de vanguardia, la iniciativa fue diseñada para apoyar propuestas de investigación excepcionales centradas en el comportamiento humano y los estudios sobre interfaces cerebro-computadora. A partir de 2021, el programa ofreció dos años de recursos para impulsar la investigación científica postpandemia. Su objetivo fue retribuir a la comunidad científica y fomentar una ciencia innovadora y aplicada en una etapa de recuperación y adaptación.

Bitbrain in the Lab

Para la segunda publicación de nuestra nueva sección “In the Lab”, entrevisté al Dr. Michael Lifshitz y Jonas Mago, quienes están llevando a cabo investigaciones fascinantes sobre la neurociencia del ritual colectivo al otro lado del charco. Dr. Lifshitz, profesor adjunto de piquiatría en McGill University y el Jewish General Hospital de Montreal, es uno de los beneficiarios de la beca de investigación de Bitbrain para el proyecto “Practicando la Plasticidad: Cómo los Rituales Colectivos Promueven la Flexibilidad Neurocognitiva.” Para este estudio, colaboró con el neurocientífico y estudiante de doctorado Jonas Mago. Como ganadores de la iniciativa, se les otorgaron dos gorros EEG de Bitbrain a base de agua para usar (Versatile EEG 32/16 channel) y dos dispositivos móviles de bioseñales (Versatile Bio). Su trabajo explora la rica intersección de la neurociencia, la fenomenología y la ciencia contemplativa, ofreciendo nuevas perspectivas sobre cómo las prácticas compartidas moldean el cerebro, el cuerpo y la mente. 

Bitbrain Versatile   Water Based Eeg

Imagen del equipo de Bitbrain de EEG Versatile basado en sensores de agua. 

Bitbrain Versatile Bio

Imagen del amplificador de bioseñales de Bitbrain, Versatile Bio.

¿Qué son los rituales colectivos?

El Dr. Lifshitz describe los rituales como prácticas compartidas como rezar, bailar, asistir a un partido de hockey o participar en actividades que generan poderosas emociones compartidas. Estos rituales ocurren en diferentes formas a través de las culturas y son centrales en muchos aspectos de la vida humana. Durante estos eventos, las personas a menudo se sienten profundamente conectadas, creando una experiencia emocional compartida. Esta idea fue descrita en 1912 por el sociólogo Émile Durkheim, quien la llamó "efervescencia colectiva", un sentimiento de unidad e intensidad emocional que experimentamos durante rituales o reuniones grupales. (Durkheim, 1912/1995; Xygalatas, 2011). 

Hoy en día, investigadores como el Dr. Lifshitz y Jonas Mago están explorando estas experiencias de manera científica, contribuyendo a un área de investigación en crecimiento llamada hyperscanning, lo que implica registrar a múltiples personas a la vez utilizando EEG y otras medidas fisiológicas. A través de sus estudios, los científicos están comenzando a identificar patrones cerebrales y corporales que ocurren durante rituales colectivos, ayudándonos a comprender mejor las experiencias que todos reconocemos al participar en actividades compartidas poderosas. (Czeszumski, 2020). 

Para su estudio, los investigadores se centraron en dos prácticas: la oración cristiana evangélica (específicamente, hablar en lenguas) y un tipo de meditación budista conocida como meditación Jhana. Actualmente están investigando la fenomenología de estos rituales (Brahinsky, 2024), y cómo influyen en la actividad cerebral y las respuestas fisiológicas. 

La neurociencia de la flexibilidad: entropía y estados cerebrales colectivos 

Jonas Mago, quien lideró gran parte del trabajo de campo, profundiza sobre la neurociencia detrás de estos rituales. Un concepto central en su investigación es la entropía, una medida de cuán flexible e impredecible es la actividad cerebral. Tomada de la ciencia psicodélica, una mayor entropía en el cerebro se asocia con patrones de pensamiento menos rígidos o un aflojamiento neurofisiológico, lo que permite una mayor apertura y creatividad. (Carhart-Harris, 2014; Carhart-Harris 2018).  

Curiosamente, Jonas y Micheal observaron aumentos similares en la entropía cerebral durante las profundas prácticas rituales que están estudiando. Sus resultados preliminares sugieren que los estados espirituales podrían implicar un aflojamiento comparable a la actividad neuronal que se observa en las experiencias psicodélicas. Estas primeras percepciones apuntan hacia un mecanismo neural compartido entre los estados inducidos por rituales y otros estados expandidos de conciencia, ofreciendo una posible explicación fisiológica de por qué estos rituales colectivos pueden sentirse tan poderosos y transformadores.  

El contenedor social: Por qué los rituales son importantes 

Pero el aumento de la entropía es solo parte de la historia. Lifshitz y Mago enfatizan que lo que da forma al resultado de estos estados cerebrales flexibles es el contexto que los rodea o los marcos sociales y culturales en los que tienen lugar.  

El Dr. Lifshitz explica esto con una metáfora simple: si la entropía hace que el cerebro sea más líquido, lo que realmente importa es el recipiente que lo contiene. Sin estructura, la flexibilidad puede volverse desorientadora. En contextos clínicos, demasiada entropía o muy poca estabilidad estan relacionados condiciones como la psicosis o el trauma, donde el sentido del yo se fragmenta (Hernández, 2023).  
 
Aquí es donde entran en juego los rituales, las comunidades, los sistemas de creencias y las intenciones compartidas. Estos elementos sirven como contenedores, ayudando a guiar y darle significado a la apertura que los estados de alta entropía pueden traer. Los investigadores están especialmente interesados en cómo los rituales colectivos proporcionan un marco de apoyo que no solo permite estos estados flexibles, sino que también ayuda a los participantes a comprenderlos e integrarlos de maneras duraderas y constructivas. Su trabajo también resalta un punto importante: incluso cuando rituales como el hablar en lenguas y la meditación Jhana se ven diferentes por fuera, los mecanismos internos y las experiencias subjetivas a menudo muestran similitudes sorprendentes (Brahinsky, 2024).  

Del laboratorio a la Iglesia: Un enfoque móvil y multimodal en la investigación de EEG

A diferencia de los estudios tradicionales de EEG realizados en laboratorios protegidos, este proyecto llevó la neurociencia a entornos del mundo real como iglesias, centros de retiro e incluso ambientes al aire libre. Usando el dispositivo portátil de EEG "Versatile" de Bitbrain y Versatile Bio para señales fisiológicas, el equipo recopiló datos multimodales que incluían actividad cerebral, respiración, frecuencia cardíaca, video y audio. Trabajaron con parejas de participantes (asistentes a la iglesia y practicantes de meditación) que participaron en sus prácticas habituales mientras eran grabados. A cada participante se le colocó una tapa de EEG semiseca, cinturones de respiración, electrodos de ECG y herramientas de grabación audiovisual sincronizadas. En algunas sesiones, el equipo también incluyó estímulos de potenciales evocados, como tonos auditivos o destellos visuales, para capturar respuestas en tiempo real a señales externas.

En lugar de aislar a los participantes en condiciones de laboratorio, los investigadores buscaron preservar el contexto auténtico de cada práctica. Sentados en silencio cerca, observaron cómo los participantes entraban en estos estados significativos y personales. Al combinar estas herramientas, el equipo pudo medir la sincronicidad neural, fisiológica y conductual entre los individuos que practicaban. Este enfoque abre una nueva ventana sobre cómo los rituales colectivos moldean estados compartidos de mente y cuerpo.  

Reflexiones personales

Para ambos investigadores, este proyecto ha difuminado la línea entre el trabajo científico y el crecimiento personal. Jonas Mago, quien ha practicado la meditación durante mucho tiempo, compartió cómo esta investigación le permitió unir dos partes de su vida que habían estado separadas durante mucho tiempo: la práctica espiritual y el trabajo académico. Con el uso de neurotecnologías móviles, encontró una manera de estudiar los tipos de experiencias que lo habían formado personalmente dentro de los entornos donde ocurren naturalmente. El Dr. Lifshitz añade que llevar equipos de EEG a iglesias, centros de retiro y espacios comunitarios no solo cambió la forma en que los investigadores abordaron el estudio, sino también cómo los participantes se involucraron con él. La presencia de herramientas de neurociencia no interrumpió la práctica; en cambio, despertó la curiosidad y creó un sentido de validación. El proyecto confirmó que estas prácticas y experiencias son dignas de atención científica. 

“Me dio valor,” dice Lifshitz, “para realmente hacer las preguntas que me emocionan, preguntas que a veces parecen difíciles de hacer científicamente.” Esta fusión de método y significado habla del impacto más amplio del proyecto. No se trata solo de lo que sucede en el cerebro y el cuerpo durante el ritual, sino de cómo podemos estudiar estos estados de una manera que respete y preserve su contexto auténtico. 

Conclusión

El trabajo de Lifshitz y Mago abre nuevas puertas para la neurociencia, cambiando el enfoque de entornos de laboratorio aislados a los espacios compartidos donde las personas se reúnen, practican y transforman juntas. Al explorar la flexibilidad neurocognitiva a través de rituales colectivos, su investigación ofrece una visión más profunda de cómo nuestros cerebros responden a la conexión, el contexto y la comunidad. Para conocer más a los investigadores y explorar su estudio completo, puedes ver el vídeo de la entrevista entera.

Sobre el autor 

Almudena Robledo es una bióloga de la salud y neurocientífica especializada en el sueño y la neurotecnología. Su experiencia en investigación abarca desde estudios en animales sobre el autismo hasta terapias digitales para la enfermedad de Alzheimer. Actualmente, trabaja como product manager en Bitbrain, contribuyendo al desarrollo de soluciones innovadoras en neurotecnología creadas por investigadores para investigadores.

Referencias 

Bhugra, D., & Ventriglio, A. (2024). Are rituals important for mental health? International Journal of Social Psychiatry, 70(2), 235–236. https://doi.org/10.1177/00207640241232192 

Brahinsky, J., Mago, J., Miller, M., Catherine, S., & Lifshitz, M. (2024). The spiral of attention, arousal, and release: A comparative phenomenology of Jhāna meditation and speaking in tongues. American Journal of Human Biology, 36(12), e24189. https://doi.org/10.1002/ajhb.24189 

Carhart-Harris, R. L. (2018). The entropic brain – revisited. Neuropharmacology, 142, 167–178. https://doi.org/10.1016/j.neuropharm.2018.03.010 

Carhart-Harris, R. L., Leech, R., Hellyer, P. J., Shanahan, M., Feilding, A., Tagliazucchi, E., ... & Nutt, D. (2014). The entropic brain: A theory of conscious states informed by neuroimaging research with psychedelic drugs. Frontiers in Human Neuroscience, 8, 55875. https://doi.org/10.3389/fnhum.2014.00020 

Czeszumski, A., Eustergerling, S., Lang, A., Menrath, D., Gerstenberger, M., Schuberth, S., Schreiber, F., Rendon, Z. Z., & König, P. (2020). Hyperscanning: A valid method to study neural inter-brain underpinnings of social interaction. Frontiers in Human Neuroscience, 14, 39. https://doi.org/10.3389/fnhum.2020.00039 

Davidson RJ, McEwen BS. Social influences on neuroplasticity: stress and interventions to promote well-being. Nat Neurosci. 2012 Apr 15;15(5):689-95. doi: 10.1038/nn.3093. PMID: 22534579; PMCID: PMC3491815. 

Hagerty, M. R., Isaacs, J., Brasington, L., Shupe, L., Fetz, E. E., & Cramer, S. C. (2013). Case study of ecstatic meditation: fMRI and EEG evidence of self-stimulating a reward system. Neural Plasticity, 2013, 653572. https://doi.org/10.1155/2013/653572  

Hernández, R. M., Ponce-Meza, J. C., Saavedra-López, M. Á., Campos Ugaz, W. A., Chanduvi, R. M., & Monteza, W. C. (2023). Brain complexity and psychiatric disorders. Iranian Journal of Psychiatry, 18(4), 493–502. https://doi.org/10.18502/ijps.v18i4.13637 

Páez, D., Rimé, B., Basabe, N., Wlodarczyk, A., & Zumeta, L. (2015). Psychosocial effects of perceived emotional synchrony in collective gatherings. Journal of Personality and Social Psychology, 108(5), 711–729. https://doi.org/10.1037/pspi0000014  

Xygalatas, D., Konvalinka, I., Bulbulia, J., & Roepstorff, A. (2011). Quantifying collective effervescence: Heart-rate dynamics at a fire-walking ritual. Communicative & Integrative Biology, 4(6), 735–738. https://doi.org/10.4161/cib.17609  
 

Versatile EEG
EEG móvil con sensores semisecos (8/16/32/64 ch).
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